La Red de Calor de Ponferrada es un caso paradigmático de cuestionamiento ciudadano ante un modelo energético promovido como “verde”, pero que presenta múltiples sombras.
Se trata de un proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Ponferrada y SOMACYL y respaldado por fondos europeos, que pretende calentar edificios públicos y viviendas mediante una central térmica alimentada por biomasa. Aunque presentada como una solución de eficiencia energética, la iniciativa tuvo desde el primer momento la fuerte oposición de la Asociación de Vecinos del Barrio de Compostilla, que solicitó apoyo a Bierzo Aire Limpio, alerta siempre por impactos ambientales, sanitarios y sociales de los macroproyectos planteados para el Bierzo.
¿En qué consiste una Red de Calor?
El sistema centraliza la producción de calor mediante una planta de biomasa situada en el antiguo polígono de Compostilla. Se alimenta principalmente de restos forestales y agroindustriales, y se conecta a través de una red de tuberías subterráneas con diversos edificios municipales y comunidades de vecinos.
Desde Bierzo Aire Limpio se advirtió de la falsa sostenibilidad de un proyecto que no reduce las emisiones de carbono, sino que simplemente cambia su fuente: Quemar biomasa genera CO₂, partículas PM10 y PM2.5, y compuestos orgánicos volátiles.
La “neutralidad de carbono” de la biomasa es científicamente cuestionada, pues la tala y quema inmediata de masa forestal no compensa el tiempo que los árboles tardan en volver a capturar CO₂.
Además, la contaminación se concentra en un entorno ya saturado y muy poblado. Las emisiones de la central podrían aumentar enfermedades respiratorias y cardiovasculares. No se han publicado modelos de dispersión atmosférica ni estudios de salud previos.
Por otra parte, no se ha realizado una valoración del impacto en la gestión forestal, dado que el abastecimiento continuo de biomasa requiere una explotación intensiva de los montes, podría generar pérdida de biodiversidad y erosión del suelo y, como suele ser habitual en estos casos, incentiva un modelo extractivo en lugar de una silvicultura sostenible.
El procedimiento de la Central de Calor de Ponferrada se caracterizó por la falta de participación ciudadana y transparencia, ausencia de información pública clara, consultas reales o estudios independientes. Desde Bierzo Aire Limpio criticamos que el proyecto se presenta como “economía verde” sin un debate social profundo ni alternativas evaluadas.
Bierzo Aire Limpio considera que la Red de Calor es un caballo de Troya energético del greenwashing: un proyecto que, bajo la apariencia de eficiencia y sostenibilidad, perpetúa la quema de recursos naturales y la industrialización del territorio rural, en detrimento de la salud, el clima y el futuro de la comarca.
Actualmente, nuestra asociación está recibiendo a través de sus RRSS y correo electrónico numerosas quejas de las personas residentes en la zona afectada por la Red de Calor, hasta el punto de que aseguran que no pueden abrir las ventanas de su casa para ventilar, y que ha comenzado su actividad recientemente y pretende ampliar su actividad con nuevas calderas.
Sin embargo, a pesar de las evidencias científicas que ponen en entredicho la viabilidad y la seguridad para la salud de las personas que viven en el entorno de este tipo de instalación, la Junta de Castilla y León sigue planteando propuestas similares en otros núcleos de población como Bembibre.
